Continuando con el tema de las técnicas suaves, os comentábamos que nos parecían muy útiles y efectivas las técnicas de energía muscular, en esta entrada las vamos a comentar más extensamente.
Fueron desarrolladas por el Dr. Fred Mitchell, médico osteópata americano, posteriormente al ser utilizadas en Europa recibieron otros nombres como técnica de relajación postisométrica (Lewit) y terapia neuromuscular o TNM (Dvorak), que vienen a ser lo mismo.
En el libro de Greenman (Principios y Práctica de la Medicina Manual) en el capítulo 8 explica detalladamente los principios generales en que se basan todas estas técnicas de energía muscular, distinguiendo cuatro tipos de técnicas según sea la contracción o fuerza que realiza el paciente (isométrica, isotónica-concéntrica, isotónica- excéntrica e isolítica). No obstante tenemos que decir que en general las técnicas de energía muscular que se suelen utilizar son las que realizan una contracción isométrica por parte del paciente, es decir las primeras, nosotros desde luego son las que estamos utilizando y vamos a explicar a continuación de un modo resumido y sencillo para que las podáis conocer, o comprender mejor si ya las conocéis.
Proponemos que utilicéis la técnica de corrección que mejor dominéis a cualquier nivel de la columna o articulaciones, situáis al paciente como habitualmente hacéis, establecéis las palancas...etc, pero en lugar de llegar a la puesta en tensión, os detenéis al llegar a sentir la primera resistencia al movimiento en el sentido de la corrección y aquí empieza la técnica de energía muscular, pidiendo al paciente que efectúe una fuerza (de suave a moderada) en el sentido contrario al de la corrección o movilización, durante unos segundos (de 4 a 7segundos) a la cual ofreceréis una resistencia de la misma intensidad de manera que no halla movimiento (esto es una contracción isométrica). Posteriormente le decís que deje de hacer fuerza y que se relaje, después de pasados unos segundos y de sentir que el paciente se ha relajado, con suavidad y en la misma posición efectuáis una movilización hasta encontrar de nuevo la primera resistencia al movimiento, esto es una nueva barrera.
Este proceso se repite aproximadamente unas tres veces, sin forzar nada, cuanto más suave mejor, ganando cada vez un poco de movilidad.
En general la barrera de restricción del movimiento desaparecerá y por lo tanto habremos conseguido nuestro objetivo de corregir una disfunción somática o "lesión osteopática", lo cual tendremos que confirmar mediante un nuevo examen osteopático de la movilidad.
Esta técnica que hemos descrito es una técnica de energía muscular con finalidad articular, es decir para corregir una disfunción somática vertebral o de cualquier articulación y mediante la relajación de los músculos antagonistas que se oponen a dicha corrección o movilización.
Es una técnica muy útil ya que teniendo la misma eficacia que el thrust o técnica de impulso, es mucho más suave, con lo cual la podemos aplicar a una amplia gama de pacientes con patologías asociadas o bien a los que no toleran o simplemente no les gustan las técnicas de impulso.
Recordar que la osteopatía dispone de variadas técnicas para conseguir el objetivo, que es eliminar el bloqueo o restricción del movimiento y hay que escoger la más adecuada según el caso.
Bibliografía:
-Philip Greenman. Principios y Práctica de la Medicina Manual. Editorial Panamericana. Buenos Aires 2005.
-W. Shneider, J. Dvorak. Medicina Manual. 2º Volumen. Ediciones Scriba. Barcelona. 1994.
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