jueves, 2 de mayo de 2013

Sobre la causa del dolor de espalda y de cervicales.

Durante muchos años se achacaron estos dolores a la inflamación, se decía tiene artritis cervical, espondilo artritis o más llanamente tiene usted reuma en la columna... pero la inflamación tiene que ser probada, pues se detecta bien con la exploración clínica, además de con los análisis de sangre (velocidad de sedimentación,  pruebas reumáticas) y al aplicar estos métodos de diagnóstico, llegamos a la conclusión de que en la mayoría de los dolores de espalda y de cervicales, afortunadamente no hay inflamación, es decir que generalmente no se trata de reuma ni de dolores reumáticos, salvo en ciertos casos, que son poco frecuentes.


Posteriormente con el auge de las radiografías, al verse en ellas la gran frecuencia de alteraciones degenerativas o artrosis, se culpó a ellas de la mayoría de estos dolores, no obstante hay algo que falla en este razonamiento, pues entonces a todas las personas que tengan artrosis en la columna  les debería doler la espalda o el cuello y no es así, sino que hay muchas personas con artrosis en la columna que no tienen dolor. Además de que en el caso de las personas que tienen artrosis y dolor de espalda, este desaparece al cabo de un tiempo o con el tratamiento, mientras que las alteraciones de artrosis permanecen igual que estaban en las radiografías. Con todas estas consideraciones, vemos que no se puede culpar a la artrosis siempre de la causa del dolor de espalda y de cervicales. A excepción de casos muy concretos, como artrosis muy intensas, muy significativas, o en presencia de un acceso inflamatorio de la artrosis.


Actualmente estamos en la época de la resonancia, exploración que permite ver muy bien la columna y sobre todo sus discos intervertebrales, identificándose muy claramente las lesiones de estos, como la protrusión, la hernia discal, el abombamiento, la disminución de tamaño del disco por deshidratación, etc. con lo cual se tiende a achacar a cualquier lesión discal visible en la resonancia la causa del dolor de espalda, sin tener en cuenta que muchas de estas lesiones son leves y no producen dolor al no comprimir ninguna estructura, además de que tiene que existir una concordancia clínica entre la localización de la lesión discal y el dolor del paciente,  pues muchas de estas lesiones que vemos en la resonancia habiendo sido "compensadas" por el organismo, no tienen relación con el dolor actual.

La causa más frecuente del dolor de espalda y de cervicales son las tensiones o presiones que afectan a la estructura corporal en forma de tensiones musculares (puntos gatillo), fasciales o vertebrales (bloqueos o disfunciones) y estos trastornos aunque pueden ser muy dolorosos no son visibles en las pruebas de imagen (radiografias, resonancia), pero si que pueden ser detectados mediante una exploración clínica directa, como  aseguran actualmente médicos de reconocido prestigio internacional, como Robert Maigne, Karel Lewit, Philip Greenman, etc.(ver la bibliografía al final del artículo), los cuales han estudiado científicamente estos trastornos no visibles en las pruebas de imagen, pero reales y que actualmente han sido incorporados en los sistemas médicos de clasificación (Clasificación Internacional de Enfermedades) como una causa de dolor de espalda y de cervicales (ver la entrada "que trata el osteopata y la Osteopatía").

Estos trastornos tradicionalmente llamados "bloqueos", han sido denominados actualmente disfunciones somáticas vertebrales y síndromes de dolor miofascial (puntos gatillo), teniendo buen tratamiento con las técnicas de Osteopatía o de Medicina Manual y estando en general en todos los países avanzados completamente asimilado e integrado este tratamiento dentro del sistema sanitario oficial, como es el caso de Inglaterra, Francia, Alemania, Suiza, Bélgica y muchos otros países europeos y por supuesto en los Estados Unidos, aunque España en este sentido es una notable excepción, en cuanto al reconocimiento e integración plena por parte del sistema sanitario, de dichos trastornos y de su correspondiente tratamiento manual, que es el más apropiado.

Bibliografía:
Karel Lewit. Terapia manipulativa para la rehabilitación del aparato locomotor.Editorial Paidotribo. 2002.Barcelona. España.
Robert Maigne. Diagnostic et Traitement des douleurs communes d'origine rachidienne. Expansión Scientifique Francaise.1990. Paris. France.
Philip Greenman. Principios y Práctica de la Medicina Manual.Editorial Médica Panamericana. 2005 Buenos  Aires. Argentina.